lunes, 22 de febrero de 2010

Pluma Invitada

Dr.Enrique López Rivera
Docente de la Universidad La Salle Pachuca
¿Política ficción?
Amores y desamores en las coaliciones electorales

El pasado fin de semana se concretó en el estado de Hidalgo un escenario político sui generis; dos coaliciones se preparan para contender en la próxima elección del 4 de Julio de 2010. Por un lado, el Partido Revolucionario Institucional conjuntamente con el Partido Verde y Nueva Alianza y, por otro, Acción Nacional con el Partido de la Revolución Democrática, Convergencia y del Trabajo. En consecuencia, sólo dos candidatos (as) aparecerán en la boleta electoral para la renovación del jefe del ejecutivo estatal. Ello, en sí mismo, es un acontecimiento importante pero cobra mayor relevancia si se analiza de fondo el contexto político local y nacional.

Dentro del contexto nacional parece claro que las decisiones cupulares de los partidos que se coaligaron son determinantes. Esto es, las dirigencias nacionales planearon una estrategia electoral en Hidalgo y en otras entidades federativas, sometiendo totalmente a las dirigencias locales. Nuevamente se pudo observar que existen intereses políticos que van más allá de ideologías y dogmas políticos que cada partido defiende pero que en tiempos de elecciones están dispuestos a olvidar en aras del pragmatismo.

En el estado de Hidalgo se celebra el acuerdo de dos posiciones francamente antagónicas: PAN y PRD, pero bastará unos cuantos días para empezar a vislumbrar que esos acuerdos de corto plazo empezaran a fracturarse en la campaña electoral. Baste decir, que la forma de hacer política, la estrategia, el público hacia el que se dirigen, el discurso, por mencionar algunas; de estos partidos ahora coaligados son totalmente distintos. Encontrar un punto común se antoja complicado y de ello tendrán que ocuparse los creadores de “Hidalgo nos Une”

En el otro extremo también existen dificultades. El PRI y sus aliados buscarán afanosamente desprestigiar a sus contrincantes pero no hay que olvidar que los peores enemigos del PRI son los mismos priístas. Así que será determinante el proceso de selección de su candidato. Cualquier indisciplina puede inclinar la balanza hacia el otro lado.

Al final del día los hidalguenses tienen la posibilidad de elegir entre dos bloques políticos - ciertamente un tanto amorfos – pero competitivos y representativos. El tiempo decidirá quien de estos dos cuerpos de reciente creación puede convencer a más ciudadanos para hacerse cargo del estado en los próximos seis años.



1 comentario:

  1. Muy interesante y oportuno el tema, el reto ahora es promover entre los hidalguenses un sentido crítico en su participación electoral.

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